Aunque estemos en agosto, la cabeza no para, y a petición de Clara María Suárez Rodríguez, profesora de gaita del Conservatorio Superior de Música de Asturias, aquí estoy escribiendo otra pieza para gaita asturiana. Todo un reto, ya que es la primera pieza original que escribo para este instrumento (las otras fueron adaptaciones de otras obras mías anteriores, y eso siempre resulta más sencillo).

Así que allá vamos, al salto al vacío de ese momento en el que algo empieza y no se sabe cómo va a acabar. Ese vértigo que ni en la montaña rusa más alta del Europapark.

Por ahora, una idea, 6 compases, una gaita asturiana y mi Nord Rack para grabar la parte electroacústica.

3, 2, 1…¡despegamos!