El confinamiento da para mucho. Y estos días, haciendo un encargo para la Charanga Bicoia (unos arreglos de misa), me acordé de aquella época en la que estuve de organista en la Basílica Santa María la Mayor, en Pontevedra. Me flipaba. Y me daba muchísima paz, porque podía estar tranquila y me relajaba el olor a incienso. A saber. Tengo muy buenos recuerdos de aquella Basílica, y de toda la gente que conocí allí. En el 2008 (xa choveu!) participé en el 24 Encontro de Música Relixiosa «Raíña da Paz», para el que escribí varias piezas de misa, entre ellas este «Ave María». Ahora se va para la Charanga Bicoia. A ver si os gusta (la grabación es la que se hizo del encuentro; algún sonido es un poco terrible, pero perdonable).